Días

Hay días que la música me sabe vacía,

que pongo la mente en negro

como un tablero donde todas las casillas

valen igual a cero.

Sonrisas rojas,

y risas flojas,

algunos dicen que voy

camino a la locura:

¿Sabes?, a tomar por culo la cordura.

Camino por la calle esquivando marionetas

al fin y al cabo todas llevan las mismas caretas.

Yo también me fuerzo a llevar una

pero por la noche me la quito

en cuanto sale la Luna.

Prefiero estar a veces con los pies en el suelo,

¿para qué mirar al cielo?

Prefiero ir un paso por detrás,

si el de delante tropieza

ya sabré dónde pisar.

Prefiero estar con la cabeza en el cielo,

vivir en altos vuelos,

bajar a ostias y subir a trompicones,

al fin y al cabo,

la imaginación no atiene a razones.

Hay días que el aire me suena hueco,

mire dónde mire no veo nada lleno.

No estoy triste ni perdida

simplemente, la sociedad podrida me atosiga.

La orden del día es simple,

baja la cabeza, llénala de mierda

y por las noches a oscuras quéjate de tanta miseria.

Porque si ríes demasiado no estás cuerdo,

porque si lloras muy poco eres muy serio.

Intentas endulzar todo con un poco de azúcar,

quizá dentro de poco la plaza la limpie la lluvia.

Bajo los adoquines

ya no hay arena de playa.

Como mucho quedan gusanos

espectros e ideas que pasan

o eso es lo que se vende,

controlar, dirigir y dominar a la gente.

No hace falta seguir la lógica,

¿acaso hay que ser lógico?

A veces la razón debe rendirse al corazón,

ser impulsivo dicen que no ayuda en esta vida

pero ¿qué es la humanidad sin chispas y alegrías?

Te consumes, vuelas,

caes a ostias y te levantas nuevamente,

intentando no pensar en qué dirá la gente.

¿Hace falta seguir un orden?

Sólo eres un cúmulo de agujeros

esperando a que desborden

sentimientos,

pensamientos,

encontrar lo que los llene,

sea hombre, mujer o dinero.